Era 04 de septiembre del 2014, cuando la ciudad de la furia se despedía de una de las figuras más destacadas de la música argentina: Gustavo Cerati. No sólo Buenos Aires vivía el duelo por su muerte, sino toda Latinoamérica. A una década de su fallecimiento, ninguno de sus seguidores ha podido decirle adiós para crecer. Mantenerlo presente es un amor profundo que nadie podrá arrancar de raíz.
El exlíder de la banda Soda Stereo dejó de hacerle el amor a su guitarra —y a nuestros oídos— el 15 de mayo de 2010, tras sufrir un accidente cerebrovascular que lo dejó en coma por cuatro años, hasta que su vida concluyó en septiembre de 2014.
Su partida marcó un antes y un después en la música, desde Argentina hasta México. Sin embargo, el último país que tuvo la oportunidad de despedirse de él en un concierto fue Venezuela, en su capital, Caracas, durante la gira de su álbum más enigmático, Fuerza Natural.
Siempre fue un hombre esotérico. Al repasar sus últimas letras, expresaba mensajes que algunos han interpretado como la predicción de su defunción. Fuerza Natural es ese disco al que se considera un viaje introspectivo que Cerati emprendió a través de cada una de las catorce canciones que lo componen. Cuando la intriga entre su audiencia crecía sobre la portada, él explicaba que el jinete era una especie de tributo a las tapas de Hipgnosis, el estudio gráfico que trabajó con bandas como Pink Floyd. La portada estaba compuesta por una ciudad, un caballo y un jinete enmascarado. Muchos asumen que se trata de una premonición, una predicción sobre el destino que desembocaría en que el mundo se preparara para no verlo volver. No obstante, desde sus inicios había magia en sus composiciones, pues siempre fue una persona muy espiritual.
Gustavo Cerati nació en el barrio de Barracas, en Buenos Aires, Argentina. Fue uno de los músicos que marcaron la identidad del país, más allá de la pasión desmedida por el fútbol. De la mano de otros grandes artistas, como Luis Alberto Spinetta, Charly García y Fito Páez, Gustavo Cerati le regaló a la humanidad una de las bandas más queridas del continente y, más adelante, una carrera como solista que se alejó de la demanda de las masas.
Hijo de Juan José Cerati y Lilian Clarke, Cerati nació de la fusión de las culturas italiana e irlandesa, respectivamente. Ninguno de los dos tenía formación musical, pero la casa de los Cerati era un lugar lleno de vinilos que su padre traía al hogar desde Estados Unidos. Sus padres siempre fueron un abrazo cálido para sus flaquezas en la vida. Hoy, en el aniversario luctuoso de Gustavo Cerati, también es importante recordar la catarsis que logró en la canción Té para tres, escrita mientras enfrentaba la noticia de la muerte inminente de su padre debido a un cáncer terminal. La letra refleja ese dolor con líneas como: “te vi que llorabas, te vi que llorabas por él [...] no hay nada mejor que casa”.
A propósito de la canción, el solo de guitarra por el cual es tan destacado el MTV Unplugged de Soda Stereo era originalmente de la canción Cementerio Club de Pescado Rabioso, una de las bandas lideradas por el “Flaco” Spinetta. La influencia de Luis Alberto sobre Gustavo es innegable. En muchas ocasiones, Cerati hizo covers de algunas canciones de Spinetta, como Los libros de la buena memoria, Bajan, y la inclusión parcial, durante algunas giras, de un fragmento de la canción Durazno Sangrando en Cactus. En el caso de Bajan, particularmente, Cerati cambió ligeramente una parte que decía “no te apures ya más, loco” por “no te apures, ya más, mi amor,” en honor al enamoramiento desbordante que estaba experimentando con la exmodelo chilena Cecilia Amenábar durante la grabación del álbum Amor Amarillo, al que erróneamente se le adjudica como su primer proyecto fuera de Soda Stereo.
Un repaso a su discografía como solista
El 25 de marzo de 1992 al lado del músico argentino Daniel Melero, Cerati lanzó Colores Santos: visionario álbum de estudio que nunca sería presentado formalmente en vivo y que mostraba una fuerte influencia de la música electrónica, la cual Cerati incluiría más tarde en el siguiente trabajo de Soda Stereo: Dynamo
En paralelo a su trabajo con Soda Stereo, aunque con un aislamiento que lo llevó a residir en Chile junto a su entonces esposa Cecilia Amenábar, en 1993 creó Amor Amarillo con canciones como A Merced y Te llevo para que me lleves con la participación de Amenábar en los coros y algunas estrofas. Este álbum era una declaración de amor a su situación personal en ese momento, marcada por su relación con la chilena y la gestación del primero de sus dos hijos, Benito Cerati, quien se convirtió en músico y compositor y actualmente reside en Argentina. Uno de los rumores que aún siguen generando conversación es que, durante una visita a una bruja para determinar si eran el uno para el otro, la mujer les comentó que habían sido hermanos en una vida anterior y que uno salvó al otro de morir en un incendio. El esoterismo ha estado presente desde entonces. La exesposa de Gustavo Cerati todavía afirma que es ella quien más sueña con el músico argentino desde su partida.
El álbum fue grabado en Chile y Buenos Aires con la participación de Zeta Bosio, pero con el regreso de Soda Stereo su carrera solista quedó en suspenso hasta la disolución absoluta de la banda.
Después de Soda Stereo, Cerati exploró desde la música electrónica con Plan V hasta la música sinfónica. En este proyecto, se unió a tres músicos chilenos—Andrés Bucci, Guillermo Ugarte y Christian Powditch— durante la gestación de su primer hijo.
Luego de la ruptura de Soda Stereo, Gustavo Cerati se dedicó a experimentar con la música electrónica junto al músico Flavio Etcheto, formando un dúo al que llamaron "Ocio" que editó su disco Medida Universal a mediados de 1999.
Durante ese mismo año salió a la luz Bocanada, el álbum que oficialmente arrancaría su carrera como solista y que la crítica recibió de manera positiva: fue disco de oro en Argentina, y también entre la prensa. Puente se convirtió en su primer gran éxito de solista, siendo ésta nominada a varios premios, entre ellos a un Grammy Latino como Mejor canción de rock. La principal lección de la canción era “usar el amor como un puente”, nunca dejarlo de lado, siempre construir desde los cimientos del afecto profundo. Cerati nunca dejó de usar el amor como un puente.
En 2001 hizo la banda sonora de la película +bien, en la que además actuó. No obstante, parece que este mérito es uno de los más ocultos en la carrera del artista.
Al año siguiente, en 2002 se realizó en el Teatro Avenida la grabación de lo que sería el disco "11 episodios sinfónicos", que contiene versiones de temas clásicos de su carrera acompañado por una orquesta sinfónica conducida por Alejandro Terán, quien realizó los arreglos de las canciones.
Siempre es hoy, también importante durante el 2002, fue un disco con influencia de música electrónica. Las canciones retratan la decadencia de las relaciones y una de las frases más célebres que Gustavo compartió en entrevistas fue la siguiente: “Te amo para siempre, pero siempre es hoy [...] es decir, hoy puede ser una ventana para siempre, pero hoy tampoco es siempre”.
En el año 2004, lanzó un álbum recopilatorio titulado Canciones elegidas 93-04, el cual presenta la canción inédita Tu locura (aunque más tarde se incluiría en Ahí Vamos). Se produjeron dos versiones de este disco, una en España y otra en Argentina, cada una con una selección distinta de canciones.
En el 2006 Cerati lanzó su producción Ahí Vamos, álbum que lo llevó a ganar dos premios Grammy Latino (Mejor Álbum Rock y Mejor Canción Rock por “Crimen”), un MTV Video Music Award Latinoamérica (Mejor Artista Sur), dos Rock & Pop Awards (Mejor Solista Nacional y Mejor Cantante Nacional), siete premios Gardel y tres en Viña del Mar (Antorchas de Oro y Plata, y Gaviota de Plata). Aquí, el espíritu rockero de Soda Stereo es recuperado.
Finalmente, en 2009 su último álbum Fuerza Natural cobró vida. En dicho álbum, Cerati resume su trayectoria y propone nuevos recorridos, planteando diversos matices, climas y estados de ánimo.
Así, en medio de sus producciones bajo el sello de Soda Stereo—como el álbum debut Soda Stereo, Nada Personal, Signos, Ruido Blanco, Doble Vida, Canción Animal, Dynamo, Sueño Stereo y Comfort y Música Para Volar—Cerati dejó un legado inapelable durante sus 55 años de vida. ¡Gracias Totales!
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